martes, 19 de noviembre de 2013

Desear estar con Cristo (martes 19 nov 2013)


Imagen extraída de "Reflexiones para dar vida"

Lc 19, 1-10: .Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de distinguir quién era Jesús, pero la gente se lo impedía porque era bajo de estatura. Corrió más adelante y se subió a una higuera....

Educar y educarnos
-         ¿Usted sabe que nos relacionamos con las personas a través de nuestras pasiones?
-         ¡Claro! Sin pasiones no hay vida plena. Un ser como el vulcano Spock, el oficial científico de la serie Star Trek, representa la racionalidad sin pasiones; muy inteligente, pero carente de emociones. Las personas sin pasiones son personas de ficción o zombis.
-         Manuel, usted es un clásico. Me dice usted cuatro frases bonitas al oído, pero ¿no es la vida más cruda y difícil de lo que usted dice?
-         Para los egoístas, para los que intentan que todo gire en torno suyo, el mundo y las personas son difíciles y generan complicaciones, para los que se levantan pensando que pueden ser felices haciendo a los demás felices, encontrarán emociones gratas por todos lados.
¿Y usted?
-         ¿Se emociona usted con facilidad?
-         ¿Dirige sus emociones hacia la felicidad propia y ajena?
¿Es Dios la emoción más grande de la vida?
Julián Escobar.
¿Águila o Gallina?
Un guerrero indio se encontró un huevo de águila, el cual recogió del suelo y colocó más tarde en el nido de una gallina. El resultado fue que el aguilucho se crió junto a los polluelos.
Así, creyéndose ella misma gallina, el águila se pasó la vida actuando como éstas. Rascaba la tierra en busca de semillas e insectos con los cuales alimentarse. Cacareaba y cloqueaba. Al volar, batía levemente las alas y agitaba escasamente su plumaje, de modo que apenas se elevaba un metro sobre el suelo. No le parecía anormal; así era como volaban las demás gallinas.
Un día vio que un ave majestuosa planeaba por el cielo despejado.
Volaba sin casi batir sus resplandecientes alas dejándose llevar gallardamente por las corrientes de aire.
-¡Qué hermosa ave! -le dijo a la gallina que se hallaba a su lado. ¿Cuál es su nombre?
-Águila, la reina de las aves - le contesto ésta. Pero no te hagas ilusiones: nunca serás como ella.
El águila vieja dejó, en efecto, de prestarle atención.
Murió creyendo que era gallina.
Texto extraído de "Parábolas.org"

Vídeo de "Youtube"

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