viernes, 18 de octubre de 2013

En medio de lobos (viernes 18 oct 2013)


Imagen extraída de "Santa María del Silencio"

Lc 10, 1-9: ."Mirad que os mando como corderos en medio de lobos..."

Educar y educarnos
- ¿El matrimonio es tirarse a la piscina sin saber si está llena o vacía?
- ¡Eso no es verdad! El matrimonio es la unión de esa joven que amas más que a tu vida y el amor de ella hacia ti. El engaño viene por la OFUSCACIÓN.
- ¿Cómo?
- Los teólogos se preguntan cuáles son los defectos del pecado original. Uno de los defectos principales es la ofuscación de la mente, la conciencia que se convierte en un ojo enfermo que deja de ver las cosas como son y las ve a través de las gafas del engaño, como se lee en el "Laberinto del mundo" de Comenius.
Se necesita mucho valor y fuerza para mirar a la cara verdadera de lo que somos y son, sin autoengañarnos. Ya sabe usted que el corazón es como un castillo cerrado con llave, la llave es la sinceridad. Si hay sinceridad el amor puede transformarlo todo, pero si no es imposible una relación verdadera.
- ¡Jope! ¡Vaya pedorreta mental que ha soltado, Manuel! ¿No complica usted las cosas?
- Para usted que es partidario de "contigo pan y cebolla" y cuando quiera jamón... pues ¡adios! y a por otra u otro.
Julián Escobar.
Creo.
Creo en mis formas, en mis caminos; en esos que duelen pero que rinden frutos.
Creo en el sendero de la verdad, en el sendero difícil.
Creo en mi alma, en esa porción agazapada de mí.
Creo en mis palabras, en mis frases, en mis abrazos y en mis miradas.
Creo en quien soy y, por lo tanto, en quien a pesar de las derrotas no tengo intenciones de dejar de ser.
Creo en mi sueño, en el magnífico sueño que seguiré construyendo hasta que no me queden más fuerzas para creer.
Creo en el destino, en mi historia, en mis pasos y en mi experiencia.
Creo en mis ganas de dar y creo en un mundo maravilloso que espera recibir mi gota de cariño.
Creo en la amistad, en los besos, en la lluvia, en las sonrisas y en los secretos.
Creo en mi esfuerzo por crecer, en mis ganas de crecer.
Creo en la vida, y en la magia con la que toca todas las cosas.
Creo en el destino y en un futuro de recompensa para quienes afrontan el desafío de ser fieles a sí mismos.
Creo en mí; sobre todo creo en mí cuando caigo, cuando no tengo fuerzas, cuando el viento sopla y mis velas ceden, sigo creyendo en aguantar y en volver con todas mis fuerzas para seguir y seguir creyendo, y seguir andando, y seguir viviendo.
Creo en los sentimientos que pueden hacer de cada día un sol distinto y por supuesto.
Creo en el amor y en ese modo indescriptible de estar parado ante la vida, en esa manera intrépida de hacer transcurrir el tiempo, en esa forma tan peligrosa y a la vez tan excitante de tener el corazón abierto.
Desconozco su autor. Colaboración de Jorge Luis Caballero Quezada.
Texto extraído de "Pensamientos"


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