sábado, 11 de noviembre de 2017

11 de noviembre de 2017

Imagen extraída de "www.clicpsicologos.com"

Yo, Dios, te pregunto
La envidia es una manifestación de inferioridad.
El envidioso es como un gusano que quiere roer al que envidia.
-         Manuel, ¿es usted algo envidioso?
-         ¡No! Tengo mis defectos, pero no el de la envidia. Tampoco tengo tiempo para ejercer de envidioso.
-         ¿Cómo?
-         El envidioso se pasa todo el tiempo intentando meter cizaña entre familiares, amigos y conocidos. Difama y acusa. Además es astuto, pues llega a transformar la mentira en verdad, o a que los demás la tomen como verdad. Santo Tomás de Aquino decía que la madre de la envidia es la soberbia, y sus hijas, el odio y la murmuración.
Y usted...
-         ¿Es usted envidioso?
-         ¿Difama a quien le cae mal?

Hágase el propósito, hoy, de no murmurar de nadie aunque lo hagan de usted.
Julián Escobar.

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