¡A Dios rogando…!
Llegó a un monasterio un religioso a hospedarse unos días. Al ver a los frailes trabajando haciendo cestos les echó en cara su afán y les dijo que debían rezar más, pasarse más horas en la Capilla.
El abad mandó que le dieran hospedaje. Llegó la hora de comer y el huésped no hacía más que mirar a la puerta a ver si le avisaban para la comida. Como el hambre le apretaba, se fue en busca del abad y le dijo:
- Padre, ¿no comen aquí?
- Sí, los hermanos ya están comiendo.
- Y yo, ¿qué?
- Usted es hombre espiritual y no necesita trabajar ni comer.
¡Todo el mundo necesita el “orat et labora”, Rezar y trabajar!
- ¿Compagina usted las dos cosas?
- ¿Hace las dos con agrado?
Julián Escobar.
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