¡Dejarse conducir por Dios!
Cada día tendríamos que pedirle al Señor ayuda para alcanzar su Paz y ofrecerla a los demás.
- Señor, quiero caminar de la muerte a la vida, de la mentira a la verdad.
- Señor, ayúdame a ir de la desesperación a la esperanza, del temor a la confianza.
- Señor, quiero dejar el odio e ir al amor, de mis pequeñas y míseras guerras, a la paz.
- Señor, yo sólo no puedo, pero con tu ayuda nada hay imposible.
- ¿Le pide usted la ayuda al Señor, deprisa y corriendo?
- ¿Es usted instrumento de paz o de guerra?
Julián Escobar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario