miércoles, 28 de junio de 2017

28 de junio de 2017

Imagen extraída de "marianrojas.com"

Yo, Dios, te pregunto
¿De qué te quejas?
Hay personas que se sienten vacías, y en vez de preguntarse la causa de sentirse así, culpan a los demás. Tampoco es bueno culparse continuamente. Vivir con culpa es vivir con cadena perpetua, reprochándose todo el tiempo lo que nos hacen y hacemos.
Después de diagnosticar, curar. Un buen médico no es sólo el que hace diagnósticos acertados, sino que pone acertados remedios a las enfermedades.
Es fácil culpar a los demás de nuestras desgracias o desaciertos. ¡Pocas veces los acusamos de nuestros aciertos o felicidad!
Dios le dio a Adán y a Eva la capacidad y libertad de comer o no la “manzana del mal”. Les advirtió que no la comieran, pero no les imposibilitó de hacerlo.
- ¿Fue Dios culpable?
- ¿Fue la curiosidad?
- ¿Fue la soberbia de “ser como Dios”?
- ¿Fue el instinto de: “Yo hago lo que quiero”?
Julián Escobar.

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