«Es cosa increíble, dice San Agustín, que Cristo resucitó
con su propio cuerpo y subió al cielo; es increíble que el mundo haya creído
una cosa tan increíble; y es increíble que unos pocos hombres vulgares
ignorantes y débiles hayan podido persuadir tan eficazmente al mundo y aun a
los sabios de una cosa tan increíble. De estos tres increíbles nuestros
enemigos no quieren creer el primero (la resurrección de Jesucristo); pero se
ven obligados a confesar lo segundo (a
saber, que el mundo cree una cosa tan increíble) y no encuentran cómo esto ha
sido hecho, si no creen también lo tercero, (que el mundo cree por la
predicación de los apóstoles). Ciertamente la, Resurrección y Ascensión de
Jesucristo a los cielos es ya predicada y creída en todo el mundo; y si no es
creíble, ¿cómo de hecho es ya creída en toda la redondez de la tierra?
Si muchos hombres nobles, distinguidos y sabios nos dijeran
que lo habían visto y procurasen divulgar lo que vieron, no sería extraño que
el mundo les hubiera creído; si como en realidad acontece el mundo ha creído a
unos pocos hombres vulgares, oscuros e ignorante, que dijeron y escribieron que
lo habían visto, ¿por qué esos enemigos nuestros tan obstinados no creen
todavía al mundo que ya cree?
·
¿Su fe
cree en lo que su razón proclama increíble?
·
¿Tiene el
corazón (la Fe) razones que no entiende la razón?
Julián Escobar.
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