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- ¿El pasártelo tú bien está por encima de todo?
- ¿Piensas en las situaciones de los demás?
¡Con treinta años! En plena nochevieja, en la mitad de tomar las doce uvas, se cae sobre mi vestido recién estrenado y se queda en el suelo retorciéndose de dolor. Viene el Samur y se lo llevan al Hospital, dicen que tiene el apéndice a punto de perforarse. Y en el colmo entre dolores y pasmos me dice: “Pilar, ¿eres gafe? Es que siempre que salgo contigo me sucede algo”. ¡Será idiota! Éste lo que tiene perforado son los sentimientos. Allí me tenías, Señor, con mis zapatos de tacón en mis manos, después de que los tacones me destrozaran los pies. Todo el vestido mojado y con unos deseos brutos de darle en la cabeza con mis zapatos por el momento tan inoportuno de sufrir el dolor. ¡Tan ilusionada que estaba! Dos semanas llevaba pensando en el beso que me daría al felicitarnos el nuevo año, y va y… A casa regresé llorando de rabia y con los zapatos en mis manos. ¿Te parece normal Señor?”.
Julián Escobar.
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